Conflictos de parentesco.
Otros conflictos por diferencia de intereses que se pueden estudiar a la luz de la evolución biológica son los de parentesco, entre padres e hijos, hermanos, etc. Hay que tener en cuenta que el altruismo de parentesco está regido por el porcentaje de genes iguales que compartimos pero también por las posibilidades de reproducirse que tiene un pariente ("eficacia biológica inclusiva" o eficacia que tiene en cuenta el comportamiento de un individuo sobre la eficacia biológica de sus parientes)
Empezando por los más jóvenes, los celos entre hermanos pequeños se pueden comprender fácilmente. Cada hermano comparte consigo mismo el total de los genes mientras con su hermano sólo el cincuenta por ciento, así, un hermano no reclamará para sí todo el pastel, estará dispuesto a compartir algo, pero siempre querrá más de la mitad. El hacerse valer ante los padres, mostrar sus proezas, exagerar el sufrimiento que le producen sus necesidades, menospreciar a los hermanos ante ellos, conductas que cualquiera ha podido observar en los niños, son tendentes a inducir en los padres un gasto de recursos desigual en su favor en tiempos en que la escasez podía llevar a deshacerse de los hijos más débiles. También es típico interrumpir a los padres cuando hay una actitud cariñosa entre ellos que podría dar lugar a más hermanos entre los que repartir. Los padres tienden a optimizar el número de hijos en función de los recursos, cuantos más mejor pero no tantos que no puedan criarlos a todos. Los hijos siempre querrán algún hermano menos que los padres.
Así se explica el conflicto con el destete. Hay un momento en que la madre debe dejar de ocuparse de un hijo para tener otro, cuando el aporte de recursos rinda más en un nuevo hijo que en el actual, querrá tenerlo. Habrá un momento en que el hermano mayor esté de acuerdo con su madre y acepte el destete, pero para la madre ambos hijos son iguales, tienen el cincuenta por ciento de sus genes, mientras que para el hijo la proporción es dos a uno, cuando el beneficio de la leche sea para él menos de la mitad de lo que lo sería para su hermano, aceptará tener un nuevo hermano. Hay un desfase temporal entre el deseo de la madre y el del hijo.
Aclaro por si no se entiende bien que a medida que el niño crece los decilitros de leche que su madre le aporta son cada vez más insuficientes para cubrir sus necesidades de alimento.
Así cuando los hijos van creciendo, un hermano mayor, prefiere que sus padres tengan hijos y cuidar de sus hermanos que tener sus propios hijos, tantos sus hijos como sus hermanos tienen el cincuenta por cien de sus genes y los hermanos estarán mejor cuidados y tienen más posibilidades de sobrevivir, con el tiempo los varones -antes que las mujeres-, viéndose capaces de tener sus propios hijos saldrán de casa a exhibirse por ahí y competir por mujeres a las que fecundar. Las mujeres también saldrán aunque esperarán más para estar seguras de su apuesta (recordemos que su capacidad de tener hijos es menor y por tanto su inversión en cada uno mayor). Esto entrará en conflicto con los planes de los padres que prefieren tener hijos que nietos (cincuenta por ciento de los genes frente a veinticinco) y por tanto que los hijos mayores les ayuden en la crianza de los menores. El conflicto se agudiza porque los padres dejan de ser referentes para sus hijos que empiezan a tener sus propios modelos, ideas, etc., lo que denominamos "rebeldía juvenil". Finalmente, cuando los padres no puedan tener hijos, ayudarán con los nietos. En relación con esto se piensa que la menopausia y la "pitopausia" son adaptaciones evolutivas para obligar a los abuelos a cuidar de sus nietos evitando hijos a los que no podrían criar con éxito.
Por otro lado podemos relacionar la cantidad de recursos disponibles con el estatus social. En una época de escasez los hijos son débiles, los padres dan preferencia a las hijas frente a los hijos, estos no tendrán muchos recursos que ofrecer a las hembras y sus posibilidades de reproducirse no serán muchas, es más fácil que una hija débil encuentre un macho fuerte para aparearse y tener descendencia. Al contrario, en época de abundancia las posibilidades de tener mucha descendencia aumentan para los hijos.
En el caso del estatus social alto los hijos tienen preferencia, pueden conseguir muchos ligues, lo que en otros tiempos significaría gran numero de nietos, en el caso del bajo estatus social una chica guapa (recordemos la relación original entre el atractivo sexual y la capacidad reproductora) siempre puede enamorar a un chico con recursos y asegurarse una buena descendencia. Se hace necesaria una "valoración de expectativas" para elegir la mejor estrategia. Según el medio, más o menos hostil, se puede escoger entre criar pocos hijos dedicándoles muchos recursos o tener muchos y no dedicarles ninguno, en el caso de los machos, en el caso de las hembras buscar un macho que aporte mucho o buscar uno del tipo agresivo, aunque aporte poco o nada, para que los hijos se vean favorecidos de esa agresividad.
Una de estas estrategias podría explicar el famoso lema rokero, "vive deprisa, muere joven, deja un bonito cadáver", que se podría traducir por: corre riesgos para dejar un montón de copias de tus genes.
Empezando por los más jóvenes, los celos entre hermanos pequeños se pueden comprender fácilmente. Cada hermano comparte consigo mismo el total de los genes mientras con su hermano sólo el cincuenta por ciento, así, un hermano no reclamará para sí todo el pastel, estará dispuesto a compartir algo, pero siempre querrá más de la mitad. El hacerse valer ante los padres, mostrar sus proezas, exagerar el sufrimiento que le producen sus necesidades, menospreciar a los hermanos ante ellos, conductas que cualquiera ha podido observar en los niños, son tendentes a inducir en los padres un gasto de recursos desigual en su favor en tiempos en que la escasez podía llevar a deshacerse de los hijos más débiles. También es típico interrumpir a los padres cuando hay una actitud cariñosa entre ellos que podría dar lugar a más hermanos entre los que repartir. Los padres tienden a optimizar el número de hijos en función de los recursos, cuantos más mejor pero no tantos que no puedan criarlos a todos. Los hijos siempre querrán algún hermano menos que los padres.
Así se explica el conflicto con el destete. Hay un momento en que la madre debe dejar de ocuparse de un hijo para tener otro, cuando el aporte de recursos rinda más en un nuevo hijo que en el actual, querrá tenerlo. Habrá un momento en que el hermano mayor esté de acuerdo con su madre y acepte el destete, pero para la madre ambos hijos son iguales, tienen el cincuenta por ciento de sus genes, mientras que para el hijo la proporción es dos a uno, cuando el beneficio de la leche sea para él menos de la mitad de lo que lo sería para su hermano, aceptará tener un nuevo hermano. Hay un desfase temporal entre el deseo de la madre y el del hijo.
Aclaro por si no se entiende bien que a medida que el niño crece los decilitros de leche que su madre le aporta son cada vez más insuficientes para cubrir sus necesidades de alimento.
Así cuando los hijos van creciendo, un hermano mayor, prefiere que sus padres tengan hijos y cuidar de sus hermanos que tener sus propios hijos, tantos sus hijos como sus hermanos tienen el cincuenta por cien de sus genes y los hermanos estarán mejor cuidados y tienen más posibilidades de sobrevivir, con el tiempo los varones -antes que las mujeres-, viéndose capaces de tener sus propios hijos saldrán de casa a exhibirse por ahí y competir por mujeres a las que fecundar. Las mujeres también saldrán aunque esperarán más para estar seguras de su apuesta (recordemos que su capacidad de tener hijos es menor y por tanto su inversión en cada uno mayor). Esto entrará en conflicto con los planes de los padres que prefieren tener hijos que nietos (cincuenta por ciento de los genes frente a veinticinco) y por tanto que los hijos mayores les ayuden en la crianza de los menores. El conflicto se agudiza porque los padres dejan de ser referentes para sus hijos que empiezan a tener sus propios modelos, ideas, etc., lo que denominamos "rebeldía juvenil". Finalmente, cuando los padres no puedan tener hijos, ayudarán con los nietos. En relación con esto se piensa que la menopausia y la "pitopausia" son adaptaciones evolutivas para obligar a los abuelos a cuidar de sus nietos evitando hijos a los que no podrían criar con éxito.
Por otro lado podemos relacionar la cantidad de recursos disponibles con el estatus social. En una época de escasez los hijos son débiles, los padres dan preferencia a las hijas frente a los hijos, estos no tendrán muchos recursos que ofrecer a las hembras y sus posibilidades de reproducirse no serán muchas, es más fácil que una hija débil encuentre un macho fuerte para aparearse y tener descendencia. Al contrario, en época de abundancia las posibilidades de tener mucha descendencia aumentan para los hijos.
En el caso del estatus social alto los hijos tienen preferencia, pueden conseguir muchos ligues, lo que en otros tiempos significaría gran numero de nietos, en el caso del bajo estatus social una chica guapa (recordemos la relación original entre el atractivo sexual y la capacidad reproductora) siempre puede enamorar a un chico con recursos y asegurarse una buena descendencia. Se hace necesaria una "valoración de expectativas" para elegir la mejor estrategia. Según el medio, más o menos hostil, se puede escoger entre criar pocos hijos dedicándoles muchos recursos o tener muchos y no dedicarles ninguno, en el caso de los machos, en el caso de las hembras buscar un macho que aporte mucho o buscar uno del tipo agresivo, aunque aporte poco o nada, para que los hijos se vean favorecidos de esa agresividad.
Una de estas estrategias podría explicar el famoso lema rokero, "vive deprisa, muere joven, deja un bonito cadáver", que se podría traducir por: corre riesgos para dejar un montón de copias de tus genes.
2 Comments:
No sé si tus explicaciones me consuelan o me espantan..., señor Darwin-Rodríguez de la Fuente, jeje
Yo no puedo hablar mucho, por familia tengo una tribu asi que seríamos dignos de estudio. Creo que tienen algo que ver con los antepasados íberos, los salvajes pueblos del mar y los anarcos del XX... se te ocurre alguna teoría al respecto?
Mmm, no sé, tendrías que llamar a un antropólogo de campo, a ver si te hace algún exorcismo.
Pero tu teoría no está nada mal, conste. ;)
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