miércoles, noviembre 08, 2006

Modelando al ser humano.

Bien, en anteriores entradas hemos (Gollum y yo) avanzado algunas ideas científicas sobre el universo y el ser humano, creo que más o menos suficiente para preguntarnos (Gollum y yo) sobre nuestra condición y tratar de respondernos (Gollum y yo).

Vemos que el universo existe porque sí, no hay ninguna razón que sepamos y no parece que tenga por qué haberla. Tampoco el Universo tiene una razón de ser, un sentido o un propósito, al menos por sí mismo. Difícilmente podría ya que carece de voluntad. Va a su bola, expandiéndose y enfriándose según leyes físicas, a su bola en el sentido de que le importan un pimiento nuestros actos, pero me dice Gollum que no me olvide de que no tiene bola.

Con la vida pasa algo parecido, surgió porque tenía que surgir, en algún momento hubo condiciones para ello y algunas moléculas tienen ciertas propiedades que las llevaron a unirse entre sí, replicarse, etc. Todo muy mecánico, ningún diseño.

El sistema nervioso, el cerebro, bueno, había que percibir y había que procesar lo percibido y que eso rigiera los movimientos del organismo en cuestión para mejor aprovechar los recursos, huir de depredadores, etc.

El ser humano, medio casualidad. En algún momento a algún bicho le vino bien para sobrevivir y multiplicarse tener un cerebro enorme, un lenguaje articulado y complejo, una curiosidad inmensa por todo lo que se mueve y alguna que otra cosa. Por lo demás un bicho imperfecto, contradictorio, mezcla de superstición y de razón.

Nuestra existencia sin ningún sentido ni propósito en particular. Nada nos dice que tengamos que ser felices o infelices, alegres o tristes, deportistas o drogadictos, o cualquier cosa entre ambas, las dos a la vez o ninguna en absoluto. Hay cosas que nos gustan o nos disgustan sin que haya una razón de peso y evidente para ello. Somos bastante vulnerables, nuestro ámbito de supervivencia es bastante limitado, y para sentirnos cómodos los márgenes se estrechan muchísimo más, cuanto más regulares mejor funcionamos, aunque dentro de esos márgenes también es notable nuestra capacidad de adaptación.

Nuestro cerebro no es muy distinto de un ordenador, procesa información de manera bastante mecánica, sólo que de tanto procesar información adquirimos consciencia y nos maravillamos por ello. Algo tan simple sin embargo, decir "yo", o "yo existo", o algo similar. Y extraño por otro lado, hay como un misterio que se expresa en la pregunta "¿por qué yo y no otro?" que bien absurda es, como salta a la vista.

Así pues, yo mismamente soy uno de esos bichitos con conciencia que pululan sobre el manto de la tierra, tengo conciencia de mí y de nadie ni nada más. Y encima, mecachis, me tengo que morir. Vaya faena. Con lo guay que sería vivir siempre.

Encima el mundo no mola demasiado y a veces la vida se pone puta. Hay que currar, respetar multitud de normas, tenemos que cuidarnos, dormir un montón cada día, comer verduritas y no pasarnos con el cerdito (mmm) y los dulces (mmm), y todo así, que voy a decirles que ustedes no sepan.

Y cada cual sabe por qué sigue adelante, por qué ama la vida, o qué cosas de la vida son las que ama. Tenemos capacidad de asombro, creatividad, curiosidad, compasión, sentido de la justicia, y tampoco somos mucho más que animales temerosos, orgullosos, ignorantes, hedonistas, competitivos.

La moral, cada uno elige lo que esta bien y lo que está mal y si hace lo que piensa que está bien o pasa.

Ni alma, ni Dios, ni más allá. Ni objetivos que cumplir, ni nada que buscar, ni modelos que imitar excepto lo que uno decida.

Seguro que somos más cosas, pero de momento hasta aquí llego.

3 Comments:

Blogger Marga said...

Y te parece poco?

Besossss automáticos y azarosos

8/11/06 11:22  
Blogger DaliaNegra said...

Esto rezuma cierto cabreo...
Espero no cabrearte más, pero ¿de que libertad de elección hablas?
Y si da igual ser una cosa u otra,por qué si daño a alguien siento que no está bien, y por qué existen la compasión, o la solidaridad?Bueno, en realidad coincido contigo en lo de que somos bastante animales,y todo lo que dices a continuación, pero al resto de tu post no lo veo nada claro.Un beso*

9/11/06 12:15  
Blogger Esscarolo said...

Hola, Marga, bueno, no sé si somos más cosas, ¿las habré dicho todas?, me refería a que seguro que hay más puntos de vista para hablar de lo que somos.

Besos humanistas ;)

No me cabreo, Dalia, pero sí, escribiendo esto tenía varias posibilidades de remate final, la que me salía era mi típica posición, recordar que pese a todo el ser humano tiene la posibilidad de superar sus miserias, etc., pero empecé a pensar en toda la gente que se queda en el camino y todos los que se van a quedar en un futuro no muy lejano recordando tantas previsiones y advertencias sobre el cambio climático y esas cosas… se me cruzaron los cables y salió lo que salió. Ni chicha ni limoná. ;)

Sobre la moral, bueno, no creo que haya una moral natural. Creo que la conciencia depende de la moral y no al revés. Es un tema interesante, a ver si escribo algo sobre ello.

En realidad estoy pensando que un tanto de lo que sea que percibes como cabreo, puede tener que ver con eso, con el hecho de que uno decide el sentido de su vida y también su moral, porque hay veces que me resulta difícil saber cuáles son, pienso que lo tengo claro y no, no tan claro. Sería guay que se pudiese deducir una moral de la naturaleza, unas leyes científicas que dijeran lo que está bien y mal, o que con hacer caso a tu corazón o a tu conciencia ya estuviera todo hecho, pero creo que es más complicado.

Besos :)

12/11/06 01:47  

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